Hacer nuevas todas las cosas

La práctica artística de Romel Solano analiza y cuestiona críticamente la tradición modernista y sus implicaciones coloniales. Su investigación se centra en explorar la ornamentación arquitectónica para evidenciar las heridas histórico-culturales que siguen influyendo en la forma en que habitamos y experimentamos los espacios urbanos y sociales. Asimismo, Solano combina técnicas industriales con procesos artesanales, utilizando el espacio urbano como un laboratorio de investigación y reinterpretación. A través del trabajo de campo y la investigación in situ, documenta cómo las ideologías dominantes han dejado marcas visibles en el paisaje construido, configurando identidades colectivas.

A nivel formal, Solano da una nueva vida a ornamentos y esculturas de herencia colonial, reinterpretándolos y transformándolos en formas nuevas, originales. Mediante el uso de software de modelado 3D, reimagina estos elementos, dotándolos de nuevos significados. Reapropiándose de formas clásicas como los rostros de esculturas tradicionales, las deconstruye y “contamina” con materiales y elementos locales, como el ladrillo rojo, generando una tensión entre lo heredado y lo autóctono.

Sin embargo, la escultura no es su único medio de expresión. Romel también investiga la intersección entre tecnología y artesanía a través del dibujo. Sus diseños, producidos inicialmente mediante impresión 3D, se completan con técnicas tradicionales como la herrería, dando lugar a obras que oscilan entre lo antiguo y lo contemporáneo, cuestionando el equilibrio entre tradición e innovación.

Integrando nuevas tecnologías con una investigación de corte antropológico y etnográfico, su enfoque artístico se sustenta en una metodología investigativa que recurre a herramientas etnográficas para rastrear los orígenes, influencias e impactos de las estéticas arquitectónicas.

Desde una perspectiva reparativa, su trabajo revisita y transforma lenguajes visuales asociados a historias de opresión. A través de sus obras, podemos reconocer el poder transformador de los objetos y la forma en que estos pueden encarnar, dar vida y reencantar las historias y soberanías indígenas. Ya sea mediante tecnologías contemporáneas o técnicas tradicionales, su objetivo es construir una «estética de la reparación» que reanime y reinterprete formas heredadas en nuevos contextos y narrativas.